Mauricio López nació en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, el 18 de abril de 1919. Recibió la instrucción en la fe del evangelio y fue miembro de la iglesia de los Hermanos en Mendoza. En 1946 se gradúo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo. Sus campos de investigación abarcaron lógica y filosofía, psicología y pedagogía. Dictó cursos y conferencias en múltiples institutos seculares y cristianos de Berlín, Holanda, Suecia, Canadá, Bélgica, Escocia y Nueva York. Fue un intelectual evangélico que caminó por el camino de la ruptura y la fidelidad a su tradición, en apertura, diálogo y búsqueda permanentes. Cultivó la paciencia fraterna e insistió en ser tolerante para aceptar las diferencias y no forzar a los que no entendían o no podían. Su pensamiento evoluciona a la reflexión teológica con herramientas de las ciencias sociales preocupado por el cambio social y la justicia.
Fue rector de la Universidad Nacional de San Luis, cargo que ocupó hasta el golpe militar de 1976. Fue el primer Rector de la Universidad Nacional de San Luis y por sus valores científicos, morales y humanos se constituyó en el arquetipo del rector. Era, para la mayoría de los docentes, alumnos y no decentes de su universidad "una persona de bien, que trajo, desde el primer día que llegó a la universidad un viento de renovación con su sola presencia. Aceptó ser rector entendiendo esta función pública como una función de servicio y cuando en abril de 1976, al finalizar su arresto domiciliario, sus colaboradores, sus discípulos, sus amigos lo instan a dejar el país y no lo hace; arriesgó su vida en pos de un ideal. Fue secuestrado por el gobierno militar el 1 de enero de 1977 de su casa de Mendoza, preso y torturado, e integra la lista de los desaparecidos.
En el año 1984 a propuesta de Daniel Ochoa se impuso su nombre al aula principal de Instituto Isedet.
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